La mayoría de vosotros conocéis a Adolfo. Sois compañeros de clase, le veis por los pasillos del cole con su silla de ruedas, en el patio … Los que le conocéis más de cerca, seguro que ya sabéis muchas cosas sobre él, pero ahora os vamos a contar algo nuevo y muy interesante.
Durante todo este curso, Adolfo ha estado participando en un ensayo clínico con el exoesqueleto ATLAS 2030. En este artículo vamos a responder a las preguntas más frecuentes que nos han planteado durante este tiempo.
¿Qué es un exoesqueleto? Como su nombre indica la idea viene de un esqueleto (estructura) que va por fuera del cuerpo. Un exoesqueleto es una estructura mecánica muy compleja y sofisticada, controlada por un dispositivo electrónico que hace posible que adultos y niños como Adolfo caminen ya que por sí mismos no pueden hacerlo.
El exoesqueleto que utiliza Adolfo se llama Atlas y posee una tecnología muy avanzada: por un lado, los motores que lleva imitan el funcionamiento de los músculos que utilizamos para caminar y por otro lado, el exoesqueleto reproduce las articulaciones propias de cada paciente. Los pacientes neuromusculares como Adolfo pueden tener retracciones musculares que les impiden estirar completamente las rodillas, las caderas o los tobillos. Este exoesqueleto es tan preciso que se adapta a ellas.
¿Cómo se utiliza el exoesqueleto? Para poder utilizar un exoesqueleto es necesario que uno o varios fisioterapeutas “fijen” a Adolfo a la estructura que le ayuda a ponerse de pie y a caminar. Ellos, según los estudios previos que realizan, configuran el exoesqueleto para que se adapte perfectamente a él y le ayude a caminar. Todo esto hace posible que Adolfo camine ya que el exoesqueleto responde a su intención.
Además, se hacen controles muy frecuentes para observar la evolución y los beneficios que aporta en el paciente.
¿Qué partes tiene un exoesqueleto? El exoesqueleto está compuesto principalmente por 8 articulaciones activas, varios motores, y un marco que ayuda al terapeuta a interactuar con el niño o adulto que lo utiliza.
¿Quiénes pueden usar un exoesqueleto? Está pensado para la rehabilitación de pacientes con enfermedades neuromusculares, pacientes con parálisis cerebral, con lesiones medulares…
De momento, como decíamos en líneas superiores, está en fase de ensayo clínico y pocos niños han podido utilizarlo. En el caso de Adolfo, su participación en este ensayo, así como la rehabilitación que su uso conlleva, ha sido posible gracias a una estupenda beca de la Fundación SEUR. Es necesaria una gran iniciativa pública y privada y mucha financiación económica para que este proyecto pueda desarrollarse y se pueda mantener en el tiempo como terapia de rehabilitación. Esperamos que dentro de poco pueda extenderse su uso y muchos niños y adultos puedan beneficiarse de todo lo que el exoesqueleto puede aportarles.
¿Qué beneficios ha aportado a Adolfo? Lo cierto es que bastantes: ha ganado fuerza muscular, le ha ayudado a extender las articulaciones de las piernas, ayuda a la autoestima ya que permite jugar con otros niños o adultos estando de pie, le permite caminar… acciones que para niños como Adolfo suponen un grandísimo avance y una dosis extra de motivación y de confianza en sí mismos.
¿Y quién ha inventado el exoesqueleto? Esta maravilla de la robótica se la debemos a una ingeniera española llamada Elena García Armada, a la que habréis visto muchas veces por televisión. Ella es la fundadora de la empresa Marsi Bionics y lidera el grupo que ha desarrollado el primer exoesqueleto biónico del mundo para niños.
Este año Elena García es finalista del Premio Inventora Europea del Año, uno de los reconocimientos más prestigiosos a la innovación en la Unión Europea.
Podéis ver el vídeo de su nominación en el siguiente enlace:
Además, todos podemos votarla en https://lnkd.in/gd9ikF8U
Le deseamos desde aquí muchísima suerte.
Familia García-Inés Vivo
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